MADRE
BUENA, BONDADOSA…
Me preguntaba, como empezar esta
carta…decidí comenzar a escribirte diciéndote lo mucho que te amo. Madre la
distancia es testigo de que los sentimientos no mueren cuando existe un
verdadero amor. Hoy no estoy físicamente a tu lado para poderte dar ese abrazo
que tanto sueño y decirte Feliz cumpleaños!
Me acordaba que muchos años atrás, no
tenía recursos para darte un regalo material, (cosa que jamás nos has pedido a
nosotros, pero como costumbre se hace). Alguien que tenia mejores condiciones
económicas, me regalo una lata de leche condensada y con ello te hice un flan,
lo puse en un plato y te lo lleve a tu casa. Que felicidad sentí, que feliz te
veías…sabias que había puesto todo mi corazón para endulzar esa bella y hermosa
alma que me trajo a la vida un 6 de octubre.
Hoy tengo la lata de leche condensada,
más no te tengo a mi lado y la distancia me impide prepárate un flan, es por
ello que decidí escribirte estas líneas que sabrán llenar tu alma de dulce con
las mejores energías y del inmenso amor que siento por ti.
Ya son siete (7) los años que no
comparto cumpleaños contigo, me parecen una eternidad, es como si estuviera
cumpliendo una condena por el simple delito de querer ser libre, de ser yo y no
lo que deseaban que fuese para otros…eso me hace recordar a José Martí cuando
le escribe el siguiente poema a su madre:
Mírame, madre y por tu amor no llores,
Si esclavo de mi edad y mis doctrinas,
Tu mártir corazón llené de espinas,
Piensa que nacen entre espinas flores.
Si esclavo de mi edad y mis doctrinas,
Tu mártir corazón llené de espinas,
Piensa que nacen entre espinas flores.
Ya sé que jamás compararme a ese
excelente y hermoso ser (JM)…pero el inmenso dolor que de su corazón salía para
describir el sufrimiento de una madre al no poder ver a su hijo, es motivo
suficiente para relacionar sus letras.
No existe riqueza en el mundo que
puedan comprar los inmensos deseos de tenerla en mis brazos, son tanto esos
deseos que la traigo en mis sueños con frecuencia y me levanto en un llanto
inmenso al percatarme que no la tengo a mi lado.
Aun con todos esos pesares, la evoco
en mis oraciones, pido por usted la salud, la paz y la tranquilidad y que la
prosperidad siempre alcance todos sus días y que pueda ver a todos sus hijos
junto a usted como tanto ha deseado. La edad que cumple nada que ver con ese
inmenso espíritu que sale de su interior, de ese gran amor que nos entrega a
todos sus “monquequeres” que la cuidamos y protegemos como el más grande de los
trofeos que la vida nos entrego.
Mamá que cumplas muchos años más..Dios
te bendiga hoy, mañana y siempre…
Hoy quiero regalarte por segunda vez
este poema que te dedique en tu cumpleaños cuando me encontraba estudiando en
Moscú, que ironía han pasado 24 años y en ese momento tal como ahora, la
distancia impedía podernos abrazar.
Madre buena, bondadosa…
Amo en silencio a la madre
Desde lejos, en la cama…
Busco recortes de ella
Desde la noche, a la mañana.
Aranca de ti la espina,
Bebe agua de manantial,
Limpia luego la herida,
Vuélvete a levantar.
Busco un porqué de las cosas?
No encuentro la verdad…
Madre buena, bondadosa…
Vamos juntos a llorar.
Del ardiente lagrimeo,
que en tu cara vi brillar,
nacen surcos verdaderos,
dignos para imitar.
Noviembre 29, 1988
Moscú.
Tú hijo, quien tiene más amor que
letras para entregarte y que te desea con todas las fuerzas de su corazón.
Eternamente
Lázaro Daniel
Noviembre 29, 2012
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