La
masacre más sangrienta en la historia de los Estados Unidos, perpetrada por un
solo hombre.
Por Lázaro Daniel (Ladagoval)
El 12 de junio, hacia las 2:02 de la mañana, se
oyeron tiros y un policía de Orlando (OPD) situado frente al Club intercambió
disparos con una persona armada, que devolvió los disparos. El club Pulse escribió en su
página de Facebook a
las 2:09, «Que todo el mundo salga de Pulse y sigan corriendo.» El hombre
armado llevaba un fusil semiautomático SIG Sauer MCX, una
pistola Glock 17 de 9 mm y un «aparato» que las fuerzas de
seguridad creían que era otra amenaza. Después de que llegaran varios policías
adicionales, el hombre se retiró dentro del club y comenzó a tomar como rehenes
a los clientes.
Hacia las 5:00 de la mañana, policías
pertenecientes al equipo de élite SWAT entraron en
el club nocturno y se produjo un intercambio de disparos. Treinta rehenes
fueron liberados, un policía recibió una herida de bala no letal en la cabeza y
fue hospitalizado, y la policía confirmó que el tirador también había muerto. Un
portavoz de la policía afirmó que no se sabía si el hombre había disparado a
las víctimas al principio del ataque o si los había asesinado después.
Hasta acá una síntesis muy escueta de este
horrendo crimen. No es mi intención revivir detalles más específicos y
dolorosos de cada una de las víctimas.
Han pasado 6 meses de una de las masacres más
grande que ha existido en los Estados Unidos. Un poco más de 100 personas entre
muertos y heridos fue el saldo dejado por el autor de la misma Omar Mir
Seddique Mateen, (Foto izquierda), de 29 años de edad, nacido en New York, de padres afganos y quien
informo en una llamada al 911 esa misma noche su simpatía y apoyo al grupo terrorista del
Estado Islámico de Irak y Siria (ISIS, por sus siglas en inglés
quienes a su vez horas más tarde reivindicaron la autoría de
la matanza, según los reportes periodísticos. Más tarde el FBI desestima
que este hecho fuera organizado directamente por esa organización, sino más
bien como la acción de un simpatizante de estos grupos extremistas islámicos.
Según comunicación del FBI, por respeto a los
familiares de las víctimas no haría publica todas las transcripciones de las
varias conversaciones que sostuvo el atacante con el 911 y los negociadores de
la policía. En una de las llamadas el atacante (Omar Seddique), había sido quien
había realizado los disparos dentro del Club nocturno, además en otra de sus
conversaciones el asesino pidió el fin de los Bombardeos de Estados Unidos en
el medio oriente.
En otra llamada a la policía, Mateen amenaza
con detonar bombas en un vehículo situado en el exterior y afirma tener un
chaleco del tipo de los "utilizados en Francia". "En los
próximos días, verán más acciones de este tipo", amenazó.
Las transcripciones muestran que las
negociaciones entre los investigadores y Mateen duraron unos 28 minutos.
"Lo hizo de una manera escalofriante, calmada, deliberada", ha
asegurado Ronald Hopper, del FBI, al referirse al tono empleado por el tirador
en las conversaciones. Quien además aseguro que Mateen no fue dirigido por
ningún grupo terrorista ni recibió influencia en sus creencias radicales desde
el extranjero, sino que comenzó a profesar las ideas extremistas en EE.UU.
A nuestra opinión, si así fuese o no el caso,
muchos cabos están sueltos en este horrendo hecho que enlutó a muchas familias.
Como antecedente tenemos que el FBI había abierto
un expediente al autor de dichas matanzas por sus lazos y conexiones con los autores
del acto terrorista del Maratón de Boston. Expediente que fue cerrado por no
encontrar más elementos incriminatorios.
Me llama la atención como después de 6 meses
transcurridos y casi a unos días de culminar el año 2016, los medios de
comunicación mantienen un silencio hermético, como si no hubiese sucedido nada…
Me imagino que el dolor está siendo llevado
solo por los seres queridos de las víctimas.
A todo eso se suma que el Senado de los Estados
Unidos rechazo ese mismo mes, cuatro enmiendas para regular las armas en el país.
Hasta el momento no existen más informaciones
de las investigaciones que se han llevado a cabo después de estos hechos.
Es obvio que existen más preguntas que
respuestas ausentes.
Espero que algún día todos tengamos la
oportunidad de conocer las medidas que se tomaran para seguir evitando
lamentables tragedias como la del Club Pulso en Orlando.
Nuestras oraciones con las víctimas y sus
familiares.
Chicago, Illinois
12 de diciembre del 2016
Fuentes:
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