Foto de Google: Sigmund Freud . Autor@TantoLibro
¿Estamos
en las manos de los mediocres?
Llevo
días tratando el tema de la mediocridad y los mediocres, y tal vez algunos se
preguntarán: ¿Por qué tomarse un tiempo para escribir sobre está temática?
Cuando
culminen de leer mi reflexión podrán comprender la necesidad de ello.
Si
crees que estás haciendo el papel de imbécil a la hora de buscar un empleo
acorde a tu preparación, capacidad intelectual y profesional y llevas ese peso
encima porque no te dejan ocupar esa posición que sabes te mereces, o
sencillamente cuando vas a resolver un tema que requiere la ayuda, el apoyo de terceras
personas te percatas de lo difícil que resulta que esa persona (que posee o
tiene facultades para ayudarte), te pone obstáculos, te minimiza o
sencillamente te ignora y nos puedes contar con la misma para resolver ese tema
que tanto te apremia, entonces podrás leer mi reflexión y comenzaras a respirar
más tranquilo, y conocer que no eres el único, además debes de felicitarte por
lograr llevar el dinero a tu casa, para poder sostener a tú familia y a ti con
vida, aun cuando de eso ha dependido tener que pasar por algo, que realmente no
eres.
Te
encantará saber quién o quiénes son los responsables de que tengas que hacerte
pasar por alguien que no eres a la hora de buscar trabajo o resolver ese tema
que te apremia y aun así es posible hasta que ni resuelvas.
Comienzo
por explicarte que los responsables son esos individuos mediocres que juegan un
papel importante en nuestras sociedades por los cargos políticos,
empresariales, religiosos, incluso lo puedes encontrar en ambientes más
cercanos aun como lo son: en la familia y amigos. Esos personajes son ese
eslabón importante que se encarga de frenar, destruir, desanimar o desaparecer
cualquier vestigio de conocimiento, inteligencia, capacidad intelectual y
profesional a la hora de ocupar una posición de trabajo o cuando necesitas
resolver un X problema o tema personal. Sencillamente se oponen, no aceptan, deniegan,
etc...
Temen
perder sus puestos, sus prebendas, sus comodidades, y para evitar que eso
suceda prefiere rodearse de personas con bajo nivel intelectual y capacidades
disminuidas, personas “guataconas” o sumisas, por ello prefieren optar por
aceptar a los candidatos con esos perfiles profesionales o sencillamente no
darte la oportunidad de resolver tú tema.
Claro
está, en el caso de los que tienen que ver directamente con empresas y compañías
de trabajo, estos después se tendrán que encargar de reventar a esos incapaces que
decidieron elegir para poder cumplir con sus proyectos...y el que no de todo su
esfuerzo será reemplazado por otro candidato con características similares.
Es
decir, para poder ocupar una posición de tú nivel debes mentir en tú resumen y
poner menos de tú experiencia y por ende trabajar para recibir una remuneración
que no está acorde a tú experiencia profesional e intelectual. Sin embargo,
cuando te haces pasar por un idiota o un imbécil, tendrás mejor suerte. Una vez
que te acepten en la posición no debes volver a mostrar tú verdadera
inteligencia, porque te estarán observando y cuando descubran que no eres un imbécil,
que eres todo lo contrario, ahí vendrá tú odisea antes que termines despedido.
Es decir, la mediocridad está tratando de sepultar todo lo que le huele a
peligro de sus intereses personales.
En
el caso de los mediocres que tenemos a nuestro alrededor siempre van a imponer
su autoridad y dejarte saber que ellos están por encima de ti, y aun así no te
van a resolver el tema tuyo, pero llegan a conocerlo y con ello te hacen aun
mas daño no solo por negarte la ayuda o sencillamente bloquearte una gestión,
sino también para divulgar a otros en el estado en que te encuentras.
Sencillamente miserias humanas.
De
hecho, en cualquiera de los ambientes descritos acá, casi siempre, estos
personajes “Mediocres” dicen creer en Dios y todos los santos. Me preguntaba
hace unos días: ¿Estos personajes pensarán que Dios y los santos no ven lo que
realmente piensan ellos?
Leer
estás líneas parecerá una reflexión descabellada y poco creíble para algunos,
pero puedo asegurarles que quién les escribe, es alguien que ha tenido que
pasar en más de una ocasión por imbécil para poder sobrevivir en esté
mundo lleno de mentiras y mediocridad. Uno más de los cientos de miles que
existimos.
Y
desafortunadamente así avanza nuestro mundo y es por eso llegan al poder estos
seres mediocres, miserables y son aceptados por un segmento de la sociedad que
temen salirse de sus personajes y los asumen y defienden con todas sus fuerzas.
Triste,
pero es una realidad que no debe, ni puede pasar por alto al menos mientras
existan personas que piensen con su propia cabeza y tengamos la fe de que todo
esto pudiera ser revertido en función del bien de todos y no de un x sector de
nuestra sociedad.
Si
ya sabes quiénes son los mediocres que te han obstaculizado el camino durante
el paso por esta vida, sencillamente ora a Dios por sus almas enfermizas, egoístas
y endemoniadas para que algún día recobren la sensatez. Jamás actuemos como
ellos porque seguiríamos enfermando e intoxicando nuestras sociedades.
La
mejor manera que tenemos en estos momentos para enfrentar a esto miserables y malvados
seres humanos es exhortándolos a reflexionar al respecto y ser cada día mejores
seres humanos.
Culmino mi reflexión con
algunas citas de celebridades de diferentes épocas que coinciden con el termino
de mediocridad o mediocres.
Científico, filósofo y
escritor francés, Blaise Pascal (1623-1662): “Sólo conviene la mediocridad.
Esto lo ha establecido la pluralidad, y muerde a cualquiera que se escapa de
ella por alguna parte”.
Economista francés, Jean
Baptiste Say (1767-1832): “Una de las mayores pruebas de mediocridad es no
acertar a reconocer la superioridad de otros”.
Escritor norteamericano, Joseph
Heller (1923-1999): “En esta vida algunos hombres nacen mediocres, otros
logran mediocridad y a otros la mediocridad les cae encima”.
Psicólogo, escritor y
Conferencista Argentino, Bernardo Stamateas (1965-Actual): “Unirte a gente
mediocre es unirte a gente tóxica, sin darte cuenta de que el aire viciado entra
por tus poros y te enferma”.
Ladagoval
20
de noviembre del 2018
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